Este es el autentico primer artículo para La columna de VanMaddle. Y quiero que sea, más que una introducción, una puesta a punto, unos conocimientos básicos para recién llegados, sobretodo para los Txispas de Castro.
En este blog tengo intención de hablar de todo tipo de asuntos: fútbol, política, cine, rol, Buffy… pero sobretodo de comics, que, al fin y al cabo, son mi gran pasión, de la que surgen todas las demás. Así que voy a contaros una pequeña historia, muy resumida, realmente resumida en realidad, que seguramente no será muy novedosa para un lector habitual de comics. Es la historia de los comics de superhéroes.
Y es que es un error común equipara comic con superhéroe, ya que los superhéroes son el genero mas conocido y famoso de los comics y el único creado por estos, igual que el cine creó los westerns. Pero el comic-book no se queda solo en tíos con mallas que vuelan. El comic es un medio de expresión artístico mas, como pueden serlo sus padres, la literatura y la pintura o su hermano rico, el cine. Es una amalgama de letra e imagen, que va bastante más allá de hacer bonitos dibujos. Se trata de narrar, de contar una historia de la mejor manera posible, el creador de comics debe ser a la vez guionista y director de su propia película, ralentizando la acción, creando un ritmo, eligiendo encuadres y haciendo sus propios efectos especiales.
Es un medio que ha avanzado mucho en su siglo de vida, partiendo de las tiras cómicas de los periódicos y evolucionando a las historias cortas auto conclusivas, hasta llegar a las novelas-río que son las series mensuales, inventando un nuevo lenguaje, guiados por genios como Will Eisner, Alex Raymond o Harold Foster, bebiendo de los seriales pulps, de la novela negra y del naciente cine.
Y en 1938 dos adolescentes judíos, Jerry Schiegel y Joe Schuster, tuvieron una idea nueva. Nadie confiaba en ellos, nadie podía soñar lo que vendría después. Así nació Superman, el primero, el mejor de los superhéroes. Surgió como una fantasía de poder adolescente, un justiciero con poderes que le ponían muy por encima de los demás, luchando contra el crimen y la corrupción de las calles de la América de la prohibición, mientras en Europa se alzaba el Mal. El mundo necesitaba héroes.
El éxito fue arrollador. Decenas de dibujantes, guionistas y editoriales se lanzaron a la aventura de los superhéroes. Y, en un relámpago de creatividad, nacieron Batman, Wonder Woman, el Capitán Marvel, Linterna Verde, Flash, el Capitán América e incontables nuevas leyendas. Es la Golden Age o Edad Dorada.
Era un entretenimiento muy barato, pensado como material para niños, hecho para leer y tirar. Pero cautivaron a cientos de miles de adultos. Y cuando el mundo entró en guerra, los superhéroes estuvieron en primera línea, luchando contra Hitler. El Capitán América de Jack Kirby se convirtió en un símbolo de libertad para los soldados en el frente y sus familias en la retaguardia.
Al acabar la guerra, los soldados volvieron a casa y las familias se unieron para levantar un país cansado. Los niños crecieron demasiado rápido y los héroes ya no eran tan necesarios. Y el clima de paranoia anticomunista es instaló en un inocente país cuyo gobierno quería controlarlo todo. El crimen juvenil, la perdida de valores tradicionales y las drogas golpearon fuerte a América.
Fue entonces cuando el doctor Frederic Whertham publicó “La seducción del inocente”, un panfletario libro que echaba las culpas de todos los males de la juventud a los comics que habían leído siendo niños. Se echaba por tierra a Superman, Wonder Woman y Batman. Sobretodo Batman. De esta época vienen los comentarios sobre su relación homosexual y pedofilica con Robin. Así que es un chiste que hace tiempo que perdió su gracia. Los políticos tenían su fácil chivo expiatorio. Obligaron a las editoriales a firmas el “Comics Code Authority” que limitaba mucho lo que se podía mostrar en los comics.
Las ventas cayeron en picado, se ridiculizo a los superhéroes y los creadores se dedicaron a pastos más verdes: comics del Oeste, de ciencia-ficción, románticos, de terror, de serie negra… solo sobrevivieron los tres grandes iconos, Superman, Batman y Wonder Woman. Pero muy dañados, totalmente domesticados. Perdieron la crítica social, la experimentación, la dureza y la libertad creativa.
Pero en 1956 un relámpago golpeo dos veces en el mismo sitio. Flash volvió renovado y con él lo hicieron los héroes de la DC. Y en 1961 Stan Lee y Jack Kirby empezaron la Era Marvel de los comics. Crearon a los Cuatro Fantásticos. Y Spider-Man les seguía.
Había empezado la Edad de Plata.
Continuara… como en los tebeos.