jueves, 25 de agosto de 2005

Firefly


Firefly fue un sueño imposible, una labor de amor, una obra demasiado buena, rara e incomprendida para tener éxito. En 2002, a la vez que preparaba la séptima y última temporada de Buffy y la cuarta de Angel, la mente genial de Joss Whedon alumbró la que podría haber sido su obra cumbre, una serie de televisión mezcla de ciencia-ficción y western. En un futuro lejano la humanidad se ha expandido por el cosmos y ha fundado colonias en nuevos planetas y lunas. Los planetas coloniales y fronterizos son lugares inhóspitos, donde la ley no llega y los criminales, cuatreros y contrabandistas son los amos. La galaxia sufrió una guerra entre los independentistas y los planetas centrales, que ganaron estos últimos, dejando miles de veteranos de guerra descontentos y profundos rencores y odios entre la población. Vamos, el lejano Oeste, la vieja frontera, tras la guerra civil americana.

Los protagonistas de la serie son los tripulantes de Serenity, un viejo carguero clase Firefly, dedicado al contrabandismo, el pequeño robo y todo tipo de trabajos, legales o no, que pueden encontrar. Liderados por el capitán Malcom Reynolds, un veterano de la guerra en el bando perdedor, un hombre que ha perdido la fé, que cree haber olvidado la moral, un superviviente cuyo único lema es “cuida de tu tripulación, sigue volando”, los tripulantes forman un variopinto grupo de personajes inolvidables: Wash, el divertido piloto; Zoe, su esposa, compañera de guerra del capitán, la soldado perfecta; Jayne, bruto, cínico, estúpido, gracioso como el solo y con ninguna lealtad a nadie; Kaylee, la joven mecánico de abordo, el alma del equipo e Inara, una prostituta de lujo, curiosamente la única figura respetable a bordo que está enamorada secretamente del capitán.

En los dos primeros episodios, que funcionan perfectamente como una buena película, recogerán a tres nuevos pasajeros que se unirán a su pequeña banda de piratas: Book, un predicador muy particular con un misterioso pasado, Simon, un joven y brillante médico que ha abandonado su vida de lujo en los planetas centrales para sacar a su hermana River, una autentica genio que se ha vuelto loca, de unas instalaciones secretas del gobierno donde la practicaban extraños experimentos. Debido a esta extraña pareja, Serenity será perseguida por cazadores de recompensas y misteriosos agentes del gobierno.

Y es que Firefly, como buena obra de Whedon, es una historia sobre personas en circunstancias extrañas, una exploración de personajes con un mensaje y una intención final, una serie de entretenimiento aparentemente ligera que es mucho más, una perpetua mezcla de géneros, ciencia-ficción, western, acción, comedia, drama, cine de ladrones... Y además es una ciencia-ficción bastante realista. Si, es un futuro lejano pero no hay teletransportadores, alienígenas o sables de luz. No hay sonido en el espacio, las armas usan balas que matan gente y el ser humano no ha cambiado nada.

A lo largo de quince excepcionales episodios somos testigos de atracos a trenes, contrabando, tiroteos, ataques de los indios (o su versión espacial), transporte de ganado, persecuciones, duelos, problemas mortales en el peligroso espacio exterior, robos imposibles, amores, decepciones, traiciones... Vemos a la tripulación de Serenity timar y ser timada, ganar y mas a menudo perder, sufrir, llorar, herir y ser heridos.

Pero fue una labor condenada desde antes de empezar. La cadena televisiva no entendió la serie desde el principio, emitió los episodios desordenados, saltándose los dos primeros que presentaban el mundo, los personajes y sus circunstancias. El día de emisión fue el viernes por la noche, día poco propicio para encontrar a su público potencial en casa y a la vez que las finales de Baseball. La audiencia no respondió a una serie que necesitaba del boca a boca para llegar a triunfar. Y cancelaron la serie. La tripulación de Whedon quedó devastada, habían puesto todo su corazón en algo que sabían que valía la pena, que era diferente a todo lo demás.

Pero aun quedaba esperanza. Whedon creía en Firefly y no la abandonó. Fue entonces cuando el boca a boca funcionó, gracias, sobretodo, a Internet. Se crearon cientos de paginas web dedicadas a la serie, los seguidores de la serie sé autobautizaron “browncoats”, como el bando perdedor de la guerra en la serie. Y entonces editaron la serie en DVD, incluyendo dos episodios que no llegaron a emitir. Se vendieron cientos de miles de copias.

Milagrosamente, e inversamente a lo que ocurrió con Buffy, Whedon consiguió que dieran luz verde para una película. Una película basada en una serie de televisión fracasada, como antes fue una serie basada en una película fracasada. Así que este octubre se estrena en España “Serenity”, la continuación de las aventuras del capitán Malcom Reynolds y su pequeña banda. Haciendo honor a su lema, no importa que se perdiera la guerra, siempre quedará una pequeña banda de fanáticos, que creen en lo que hacen, escupiendo en la cara de los vencedores, de la ciega y gigantesca cadena televisiva.

Find a crew, find a ship, keep flying.

You can`t take the sky from me.

miércoles, 17 de agosto de 2005

He vueltoooo...

Temblad, debiles humanos, mi periplo americano ha terminado. Espero retomar mi (cansino) ritmo habitual y seguir con los post sobre Buffy y Angel. Tambien tengo intención de hacer una serie de artículos sobre las series de animación de Bruce Timm, ante cuyo altar me postro. Supongo que ire alternando unos con otros, mas algunos articulos sobre pelis nuevas (me muerdo las uñas ante la cercanía de Serenity y aun no he visto Sin City).
Así que ya sabeis, la semana que viene, a la misma bati-hora, en el mismo bati-canal.