Hace ya tiempo que uno está cansado de libros de fantasía. Si, el Señor de los Anillos sigue siendo mi libro preferido y el punto de origen de gran parte de mis aficiones y gustos. Pero sus sucesores... son otro asunto. De adolescente devoré los libros de Dragonlance y Reinos Olvidados. Había pequeñas joyitas entre ellos o cuando menos, aventuras muy divertidas. Pero fueron degenerando de mala manera, una sucesión infinita de productos explotativos, claramente dirigidos a adolescentes jugadores de rol y poco más. Cogí ya muy tarde a Fafhrd y el Ratonero Gris, a Conan después de haber leído sus comics, los clásicos de los 50 y 60 son inencontrables... Me desenganché.
De vez en cuando hice intentonas con nuevas series, La Compañía Oscura, La Rueda del Tiempo, solo para encontrar mediocridad, argumentos y personajes mil veces vistos, calidad ínfima... Y yo había crecido, no me conformaba con cualquier cosa. Me resigné y me dediqué a la novela negra, a algo de ciencia-ficción, humor... Hasta que descubrí Canción de Hielo y Fuego.
A Song For Ice And Fire, en el original inglés, es una serie de novelas de fantasía nacidas de la pluma de George R. R. Martín, un viejo rockero, escritor de culto de ciencia-ficción, terror y televisión, que llevaba tiempo alejado de la novela y del género.
Martín trasciende por mucho el género de fantasía y crea un inmenso tapiz de seres humanos, casas nobles, política y guerra, ambientado en Poniente, un continente muy parecido a la Europa medieval pero en el que las estaciones duran años y la magia murió con el último dragón. Un reino dominado por un viejo héroe que depuso a un tiránico rey, con grandes Casas dinásticas que dominan feudalmente a caballeros y campesinos. Un mundo muy realista en el que las armas matan, las heridas se infectan, los héroes mueren ante los villanos por que estos son mas listos, la guerra es sangre, mierda, saqueo y violaciones... Un mundo dolorosamente real.
El primer libro “Juego de Tronos” nos presenta a los Stark, la casa noble que domina el frió y peligroso norte de Poniente. El señor de la Casa, Eddard Stark, fue un héroe y el mejor amigo del nuevo Rey cuando hace trece años se sublevaron y depusieron al viejo y loco tirano. Un hombre regido por su honor y su amor a su familia, un hombre que no tiene interés en los juegos políticos que se desarrollan en la Corte, un hombre con un secreto que viene de la época de la guerra. Pero los auténticos protagonistas son sus cinco hijos legítimos y su hijo bastardo, unos niños y adolescentes muy especiales que se ven inmersos en el juego de tronos de los mayores. Unos niños que se enfrentarán a la traición, a los horrores de la guerra, a la muerte.
Pero donde Canción de Hielo y Fuego se aleja de verdad de las clásicas novelas de fantasía es en sus villanos, si se les puede llamar así. Porque varios de los mejores, mas simpáticos y mas redondos personajes son miembros de los Lannister, casa rival y supuestamente “los malos”. Porque veremos que no hay bien y mal absoluto, que tanto los buenos como los malos son capaces de lo mejor y de lo peor, son simplemente hombres, seres humanos, enfrentados. También es diferente el tratamiento del sexo, muy presente a lo largo de la historia y, como en la vida real, autentico motor de nuestra existencia.
Y mientras los señores se enfrentan, un mal antiguo se revuelve en el Norte, un mal realmente aterrador ante el que los “buenos” nada podrán hacer. Porque esto es la vida real y nadie gana por ser el “bueno”. Y en lejanas tierras la última hija del rey depuesto, casi una niña, empieza a preparar su regreso a Poniente mientras aprende, crece y redescubre un antiguo poder.
Cada capítulo esta contado desde el punto de vista de un personaje distinto, que puede estar a miles de kilómetros de los demás y que pueden descubrir información que sería muy útil a algún otro. Y lo bueno es que varios de los protagonistas son enemigos entre sí, que si uno triunfa, los demás fracasan. Y no puedes evitar quererles a todos, aun sabiendo que muchos no lo conseguirán y caerán en las mareas de la guerra y la política.
Que ningún personaje está a salvo, aquí no hay ningún rey prometido con una espada mágica ni ningún héroe predestinado. O mejor, que si lo hay, pero lo matan por ser noble y porque los malos se las saben todas. O porque la vida le convierte en el villano.
Se acerca el Invierno. Ese es el lema de los Stark, un invierno devastador que durará años tras nueve años de verano y de paz. La guerra arrasará Poniente, también llamados los Siete Reinos, Casas caerán, surgirán héroes, amaras a los villanos y lloraras las muertes de esos personajes a los que llegas a conocer perfectamente.
Canción de Hielo y Fuego tiene menos de “El Señor de los Anillos” y mas de “Yo, Claudio”, con sus conspiraciones familiares, luchas palaciegas, cientos de personajes, mas auténticas personas que personajes, en verdad, y de “Los Pilares de la Tierra”, con su saga familiar, su reconstrucción de la Edad Media y su atención al detalle.
En España la editorial Gigamesh ha publicado ya los tres primeros volúmenes, “Juego de Tronos”, “Choque de Reyes” y “Tormenta de Espadas”. En Estados Unidos están a punto de publicar el cuarto, “Festín de Cuervos”, y se prevé que la serie constará de siete volúmenes. Y mis uñas no pueden aguantar mucho más.